Llené de sueños mi maleta y me dispuse a viajar a través de la imaginación. Escribir es vivir mil vidas distintas. Sentir el latir del corazón de los personajes, respirar por sus pulmones y escuchar sus palabras que muy bajito te susurran al oído lo que quieren que de ellos se cuente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)